sábado, 11 de abril de 2009

Manada...


Frio en las manos, vaho en la respiración, ojos vidriosos, pies bailoteantes y calor en el interior.

Siempre pensó que era lo único que necesitaba. Un par de litros y pipas "elefante" era la catapulta para hacer un alto en el camino. Rodeado de partes de sí mismo, podría pasarse horas enteras hablando de nada, riendo por nada, llorando por nada. La idea principal era estar allí, con todo lo que ello implicaba. Estaba rodeado, abrazado... el frio era menor al lado de su gente. Al lado de su manada, su manada civilizada.

Da igual lo malo que hubiese pasado. Muertes, suspensos, desamores, enfermedades, discusiones, soledad... Todo se hacía pequeño desde la perspectiva de un banco, unos litros, unas pipas y sus amigos.

Al lado de ellos todo parecía pequeño, al lado de ellos el todo se convertía en la nada...

Reir por reir, llorar por llorar, cantar por cantar, jugar por jugar, fumar por fumar...

Todo daba igual...

TODO daba igual.

(..)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me queda otra respuesta emocional ante esta lectura que la tristeza. Tristeza porque es realidad. Con tus letras creas emociones. esa ventana a la realidad a traves de la belleza de la comunicacion escrita, conservala. Tu tambien eres un genio y un visionario de lo que nos rodea.
Enhorabuena. Un saludo.

Gabiprog dijo...

¿Se desenfocan los problemas cuando hay manos cómplices cerca? O tal vez es la necesidad de jugar al escondite entre escombros...