domingo, 16 de noviembre de 2008

Oliverio Girondo



No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.

3 comentarios:

Gabiprog dijo...

Como se nota que a Oliverio le dio de mamar alguien que si sabía volar...

Un abrazo. Adelante con la semana.

EnLaOscuridadDeLaNoche dijo...

El lado oscuro del corazón. ¡Qué gran película! :-)
Un abrazo.

Rossella dijo...

Que hermosos recuerdos han venido a mi al leerte...besos desde el cuore