sábado, 31 de enero de 2009

Lógicamente, la lógica tiene lógica


Examen el lunes que no me deja pensar en nada más. Por ahora parece que dos de dos, nada mal.

jueves, 29 de enero de 2009

... insomnio en compañia.


El reloj no descansa ni de madrugada. Su tic-tac me demuestra que estoy vivo, por lo demás que me rodea no puedo deducirlo. Música en mis cascos. Frío en los pies. Lágrimas en mis ojos.

La soledad me persigue a altas horas de la noche. Me busca en la infinitud del silencio… me encuentra sentado en mi cama. Me observa, se acerca, me arropa, respira…
-Todo es mentira- me comenta- todo es mentira…

sábado, 24 de enero de 2009

^^


Quién podría imaginar, que David fuese Goliath ??

viernes, 23 de enero de 2009

y Jugar bajo la lluvia ...

Las gotas de mi ventana juegan a las carreras mientras en el fondo de la imagen observo niños correteando bajo la lluvia. Saltos en los charcos me recuerdan tardes con los pies mojados, noches febriles efecto de crepúsculos con las manos sucias y zapatillas llenas de barro. En estas reclusiones estudiantiles teniendo la verdad ante mi nariz, es cuando me da por pensar que la verdad verdadera está en disfrutar. No me cansaré de decir que no podemos obviar a los maestros e intentar infectarles con nuestras "adultas" creencias. Melancolía en gotas de lluvia que refrena, no por mucho tiempo, la voz de mi interior que con voz de pito me dice: -Sal de aquí, juega y disfruta…

miércoles, 21 de enero de 2009

de vez en cuando...

De vez en cuando me canso. Hablo con mi almohada y le cuento que estoy triste. Me aconseja, me tiende la mano y termino durmiendo en su regazo. Mientras tanto me acaricia la cabeza y absorbe las lágrimas que pasean por mis pómulos. Tranquilízate- me susurra, pero yo no puedo. Con el corazón en un puño se me atolondran las palabras, los supiros se hacen eternos y termino balbuceando que yo solo quiero estar contigo. Tranquilízate- me susurra, pero yo no puedo.

..

martes, 20 de enero de 2009

Cínico


Era conocido por su particular desprecio a las cosas materiales. Cuenta la leyenda que un día estando en su barril tomando el Sol, se acercó Alejandro Magno, el hombre más poderoso de la tierra y le pregunto:

- ¡Oh Diógenes! soy el hombre más poderoso de la tierra, dime ¿Qué puedo hacer por tí?.- a lo que Diógenes le respondió.- Su excelencia, podría apartarse ya que me está tapando el Sol.

domingo, 18 de enero de 2009

Be water...


La filosofía está en la calle.

La vida trata de fluir, encontrarse un día a día y poder enfrentarte a él. Poder adaptarte a ella de tal forma que puedas disfrutar de ella. Carpe Diem en extremo. Da igual que imagines, da igual que planees... En cualquier momento todo puede venirse a bajo; hay que vivir cada segundo como si fuese el último. No debería de importarnos un pasado que escapó o un futuro que no llega. Se trata de vivir cada minuto, cada segundo, cada momento por pequeño que sea; ahora mismo estoy aquí con todo lo que ello conlleva. Porque hoy es el primer día del resto de mi vida... tratemos de vivir, de Vivir Improvisando

Be water...

martes, 13 de enero de 2009

...pequeño Peter Pan.


“El mundo es un patio de recreo. Todos lo sabemos siendo niños, pero en algún momento del camino de nos olvida.”

Foto: Yo y mi otra mitad.
Frase: Dí que sí.

domingo, 11 de enero de 2009

Un Pacharán y tres hielos, por favor (3)

Desde pequeño le había gustado la novela negra, con apenas ocho años ya robaba “el Caso” al quiosquero de la esquina, su madre siempre le contaba que con apenas 4 se emocionaba cada vez que escuchaba una sirena de policía. Parecía que había nacido para aquello.
-Señor comisario- eran las palabras que resonaban en su imaginación una y otra vez. Le fascinaba la idea de llegar algún día a ser un reconocido jefe de la policía forense, no obstante debía de contentarse con ser uno mas entre la plantilla de becarios.
Su privilegiada cabeza le daba cierto protagonismo entre los “matarifes” como les llamaban en confianza. Su misión era sencilla, ayudar al jefe en las operaciones más comunes.

Aquel día todo fue diferente, eran las 11 de la mañana y el superior no había llegado, hoy era el día de su reincorporación de vacaciones. Las malas lenguas decían que estaba pasando por la típica depresión de los sesenta años, solo le faltaban tres para jubilarse y sin embargo la felicidad no era propia en su semblante. De repente surgió un aviso, debían acudir al Hotel más importante de la ciudad a tres manzanas de la comisaría.
Debido al retraso del forense y a su superioridad intelectual sobre sus compañeros este sería el momento que llevaba esperando durante cinco mese atrás.

Cinco minutos después llegó al Hotel Victoria. Los recepcionistas le dieron las indicaciones pertinentes. Subió al quinto piso y se dirigió a la habitación 510, en su recorrido por el pasillo observó que la puerta ya estaba abierta, algunas camareras de pisos curioseaban en el lugar del crimen, entre susurros se barajaba el suicidio, la tensión del ambiente se masticaba.

Al llegar a la puerta se detuvo en el quicio de forma agresiva. No creía lo que sus ojos le mostraban. Tirado en el suelo descansando sobre un colchón de Pacharán y rodeado de botellas de alcohol medio vacías observaba a su jefe, el cazador cazado, el matarife matado. En una de sus manos una pequeña caja de madera con la tapa medio abierta, en su interior lo que parecían unas cuantas fotos, en la otra una bolsita con pastillas…

viernes, 9 de enero de 2009

Un pacharán y tres hielos, por favor (2)

Dos semanas después despertó de su letargo. Buscó en su memoria mas cercana y observó que su último recuerdo pertenecía al último día lectivo, sin embargo el calendario no atestiguaba aquello. Si no le fallaban las cuentas había estado unas 2 semanas en algún sitio que no conseguía recordar. Todavía un tanto aturdido por su sopor, no conseguía entender nada de lo que presenciaba.
Al levantarse de la cama observó que bajo el somier había una caja de madera cerrada, al lado de esta, unas cuantas botellas de alcohol medio vacías. Le pasó por la cabeza que dentro de ese pequeño cubículo de leña podría estar la solución a su amnesia quincenal, la cogió con delicadeza y la destapó con desazón. Sus lágrimas empezaron a brotar incesantes, entre sollozos y moqueos ojeó fijamente centenares de fotos de su infancia. Le dolía recordar, le dolía entender que le quedaba poco tiempo, alargó la mano hacia una de las botellas medio llena y pegó un largo trago, se acurruco sobre sí mismo y siguió llorando…